30 enero, 2008

___Lleno, por favor___
FCF

Como dije en el anterior post, la ciencia ficción de ahora abusa enormemente de la nanotecnología y las batallas espaciales, ya que es de lo que más jugo se puede sacar y está más en el candelero, por decirlo de alguna forma. Ahora intentaré de recopilar de alguna forma los diferentes modos que la ciencia ficción utiliza, algunos realistas y otros sacados totalmente de la manga, para viajar a otros lugares, lejanos en el inmenso espacio galáctico.

Voy a empezar con una película que no me gustó la primera vez que la vi, aunque más tarde le cogí un especial cariño: Alien, el Octavo pasajero. (Decir que lo que aquí se trata también es válido para las secuelas.) La mayor parte de la trama de esta película transcurre en la nave Nostromo, que lleva un motor de fusión de 2,8 TeraWatios y es capaz de alcanzar sin carga, y todo según las especificaciones del “fabricante”, la velocidad de 0.42 c.

En la estación de servicio pedirían “material fusionable para llevar, por favor”


Comparado con otras naves de la ciencia ficción es un caracol, pero a mi parecer es la clase de nave más realista que anda por el espacio en el Séptimo Arte. Para más perfeccionismo, la tripulación viaja inmersa en un “HiperSueño” que reduce todas sus constantes para minimizar el gasto de oxígeno y alimentos. Al sumar el tiempo pasado en este tipo de hibernación (reduce la oxidación de las células), la medicina avanzada que existe en la época, y que se pasan mucho tiempo viajando a velocidades relativistas, en las que su tiempo propio es menor que el de la “gente quieta”, no nos debemos sorprender de que en Alien 3 comenten que los tripulantes de la nueva nave tienen más de dos siglos de edad.

El siguiente paso es superar esa velocidad límite que tanto les “chincha” a los guionistas, la velocidad de la luz.
Muchas son las naves que la superan así como así en este maravilloso mundo, pero una en especial me agradó al hacerlo en la película “Forbbiden Planet”. Justo en el momento en el que la nave alcanza esta velocidad, cuando está decelerando, los tripulantes tienen que introducirse en una especie de “campo especial” para protegerse de lo que a mi parecer podría ser una deceleración muy brusca, o incluso, teniendo una idea loca, ¿por qué no? Para transformar la forma cuántica de su materia desde la configuración “Taquiónica”(se mueve más rápido que la luz) a la forma sub-lumínica, a la que estamos acostumbrados.
¡¡¡MUAHAHAHAHA!!! (Risa de Doctor chiflado)

….. Bueno, ya vale. Vamos con la siguiente forma.

En StarWars… (aahh.. estaba claro que se iba a hablar de esto, jejeje) bueno, sigo.

Como decía, en StarWars, hasta las mayores chatarras, como el Halcón Milenario, son capaces de superar la velocidad de la luz entrando en el Hiperespacio, un recurso infinito en los viajes espaciales, ya que como viajas en otra dimensión, puedes hacer con tu velocidad más o menos lo que te apetezca.

¿Cómo entrar en el Hiperespacio?
Pues con un generador de Hiperespacio, claramente. Que aparentemente ocupa bastante espacio, impidiendo a naves pequeñas como cazas imperiales y demás generarlo, pero aparentemente pueden viajar por él sin problemas.

¿Generar Hiperespacio?

O abrir el agujero para entrar y luego el agujero para salir, con esa precisión digna únicamente de la tecnología de la República y del Imperio, capaces de mover flotas inmensas de un sitio a otro en un pis-pas.




En otro gran, no tanto por su calidad (a mi gusto) como por su extensión, mundo de la ciencia ficción, más concretamente el mundo de StarTrek, las naves cargadas con sus tripulaciones “teletransportables” ya no utilizan el Hiperespacio para desplazarse (aunque más tarde lo retomaremos)sino que utilizan el gran invento del “Motor Warp”.
En lo que consiste este magnífico invento (sacado de la manga, ejem) es en un campo… un campo Warp, como no, que crea una burbuja… burbuja Warp. Esta burbuja envuelve la nave y distorsiona el espacio-tiempo, combándolo de forma que lo contrae delante de la nave y lo expande detrás de esta, y Voilà, la nave supera la velocidad de la luz y viaja a una velocidad dada por un factor… ¿lo adivinan? El factor Warp.
Este factor Warp relaciona la velocidad de la nave con la velocidad de la luz y depende un poco de qué parte de la saga estés viendo, pero para guiarnos, decir que la velocidad que se lleva con un factor Warp menor que 9 sería este factor elevado a 10/3 y multiplicado por la velocidad de la luz. A partir del 9 la cosa cambia y se supone (también dependiendo de la parte de la saga) que el factor Warp 10 es velocidad infinita y que nunca se puede alcanzar (aunque como no podía ser de otra manera, lo acaban alcanzando, pero se produce un efecto llamado hiperevolución, cosa rara… más tarde lo superarían para darse cuenta de que no era velocidad infinito).


Estos motores funcionan con materia-antimateria catalizada por cristales de dilitio("de esos que hay", como me gusta decir. Obviamente no se gastan, para eso son catalizadores). Así que en la estación de servicio, el capitán Kirk le diría al mozo:

-“rellénalo con deuterio-antideuterio, y ten cuidado con las trampas y dame de las que no estén usadas, que va a ser un viaje movidito”



Nos sacudimos al ser teletransportados por una de las anves de StarTrek para caer en el mundo StarGate (que manía tiene esta gente con poner StarAlgo de nombre a sus historias). En este mundo vuelve a existir el hiperespacio, que ha de ser abierto para cruzarlo, al igual que en StarWars, y con más o menos las mismas características, ya que solo lo pueden generar naves grandes con dispositivos especiales para tal fin. Pero existe algo más, algo que le da nombre a la saga, los StarGates, o puertas estelares más a lo españolito.

Esta gran paranoia de condensadores gigantes necesita ingentes cantidades de energía para funcionar, y lo que hacen es abrir una especie de puerta hacia otro Stargate que se puede encontrar en cualquier punto del universo. No obstante, cuanto más lejos esté más energía se necesita para alcanzarlo de un solo salto(esto a mi me suena bastante lógico).
¿Y cómo sabes a qué StarGate vas a ir a parar?
Pues muy fácil, porque para abrir la puerta tienes que llamar antes. Suena coloquial, pero cada StarGate tiene su código escrito en la lengua de los Antiguos (la civilización que los construyó, que esto no es invención humana).


Por último, el modo “más jarto” de viajar por la vida, el agujero de gusano, el cual vemos por primera vez en la película Contact, donde lo genera una máquina construida por el hombre con planos alienígenas enviados con ese propósito, montando a la protagonista en una autopista de agujeros de gusano con paradas en miradores estelares mientras pasa de agujero en agujero.


Este método de viaje tiene la ventaja científica de que aparece de la teoría de Einstein, no es una forma de viajar sacada de la manga, como algunas otras (Warp, Warp, Warp, lara lara lá…) .

Digamos que de lo que se trata, de una forma burda, es de abrir una boca de un agujero en un lugar-momento del espacio-tiempo (el cómo abrirlo y mantenerlo abierto con materia exótica, de energía negativa no lo explico, que se me iría muy de las manos) que conectaría con otra boca en otro lugar-momento. De esta forma viajarías a donde y cuando el agujero de gusano te llevase, si no se cierra mientras y te quedas ahí dentro, despedazado como una singularidad espacio-temporal.

Aquí vemos una representación muy bonita:


Ahora me gustaría meterme en uno que me llevase dentro de unos años para escribir todo esto sin usar las manos y volver para colgarlo en el blog.

Saludos interestelares.

2 comentarios:

Fooly_cooly dijo...

Lo he leido por encima así que ya te dejaré un comentario más crítico xD

Solo decirte que los stargates generan un agujero de gusano artificial conectando las puertas.

No me extraña que no aparecieses por clase estos días, menuda panzada a escribir.

Yorch dijo...

Pues esto lo escribo por las tardes/noches xD de día hice los informes y estudié.